QUIÉN SOY

Mi pensamiento, mi voz, mi calma, mi rabia, el llanto desprendido.
El amor que se atragantó en los labios, las decisiones fallidas,
la oscuridad analítica, el anochecer que me recoge.

La falsa creencia de que era fuerte como roca desnuda,
la fe ausente, el interrogante que no sé despejar y me tortura.
La respiración reconstruyéndose.

El hambre inocente de los niños, la tristeza implacable de los ancianos,
el egoísmo servil del ser humano, la sonrisa que se tuerce en el
rostro del borracho. Las emociones perdidas.

El silencio al que aspiro, la caótica profundidad de la locura,
la ternura sin impurezas, el humo venenoso de los cigarrillos
que se desvanece por mis venas.
La piel y mis grietas.

El deseo voraz de novedad, la premura de estar seguro y la enfermedad de la duda.
El estallido del pubis femenino en océanos sin agua,
la invasión de mis pasiones, los cuidados que estoy aprendiendo a dar.

El dolor cuando no cesa,
esta escritura improvisada que se lima con mis palabras,
este instante de paz que todos los días me visita sin aviso,
un huésped fugaz que me recuerda: aún estás vivo.