1/9/11

SOMBRA Y DESCONCIERTO

Sin duda algo en mí era fallido,
y ahora soy sombra y desconcierto,
un dolor que regresa para recordarme que aún no he muerto,
y un sinfín de cadenas que lastran mis latidos.

Se acerca el otoño, con sus hojas grises
y sus despertares a la fuerza,
y sus músicas tristes en las alcobas.

Soy mi obra y tu lamento.
Soy el que escribe sobre blanco
para atenuar tanto desespero.
Se perdió la magia, el amor era un puñal agazapado,
y las sonrisas de entonces hoy son madrugadas sin descanso.

Traté de mostrarte cómo hace mi piel
para huir del frío.
Traté de comprender el quiebro de tu voz,
la entrega de tu cuerpo, tu manos en los pinceles,
el color sobre el lienzo.
Y ahora soy el loco solitario que busca por las esquinas
un hogar, un contacto que no mate los alientos.

¿A qué tribulación le cantas sumergido en melancolías, poeta?
Poeta: ¿acaso no ves que tu penar es compartido?
¿O es que te faltan bríos para proseguir el camino hacia la nada?

Morir resuelve las pesadumbres. Las entierra.
Vivir es afrontarlas. Hacer de ti un ser más tranquilo
con lo poquito que la realidad te deja.

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