9/5/15

LAMENTO DEL HIJO

Caen al acecho de mi mirada,
con espinas y piel,
las fantasías que hice grandes
y huir de la realidad ya no puedo.

Caen con quiebros y como dormidas,
y gritan antes de desvanecerse
que hasta el llanto parece un milagro.

         Miedo eras antaño, poeta.
         Miedo oculto y sin sentido.
         Y miedo eres ahora,
         libertado de sus cadenas
         con puños y amarguras.

Nunca mi voz tuvo canto,
sólo afán de juegos y palabras.
Callan ahora todos los versos,
cosidos a estos labios musitantes,
porque, padre, agua no pueden darte.

Si pudiera transformar el mármol frío
de cada estatua divina
en uno solo de tus alientos,
y recordar que fuiste esfuerzo
y amor por las pequeñas cosas.
Y no olvidar que jamás serás hombre vencido,
sino pulso dentro de las perlas agotadas
que en esta hora surcan los semblantes.

Rauda y oscura, como tormenta silenciosa,
se va la vida y no regresa.
Ahora que nada puedo hacer y todo haría.
Ahora que los lamentos inundan los amaneceres.
Ahora que eres tierra, vuelo de pájaro, retorno a la semilla.

Porque no hay muerte bella, padre.
Por más que busco, no la encuentro.
No la hay en los campos de batalla,
ni en las rutinas de los días,
ni en la violencia de la ofensa,
ni en la podredumbre que reparte el poderoso,
ni en la omisión más calculada,
ni en la impostura de la oratoria,
ni en el lecho que acoge
nuestro infalible sufrimiento.

Nos hallamos aquí, rotos los mástiles,
en el nervio inerte de tu ausencia.
Nos hallamos aquí,
de ti separados para siempre.

Y sin embargo, padre,
tacto desprendes en las manos de tus hijos,
ternura de hombre bueno en quienes supieron tocarte.
Color y luz en la vida que nos queda,
que habrá de ser plena de promesas verdaderas.
Danza de océanos que el destino no derrumba.

Marcha, padre.
Marcha tranquilo con el rumor del oleaje.
La paz lleva tu nombre.

1 comentario:

Unknown dijo...

expresar los sentimientos desgarradores que nos destrozan por la perdida de un ser querido con la elegancia y belleza que lo haces tú me demuestra que estaba equivocada con respecto a tu sensibilidad, si me equivocaba, creia que eras el mejor, ahora tengo claro que eres único.