DESNUDO

Desnudo frente al verso que hiere
porque es espejo
y vida de incertidumbre preñada.

Desnudo frente al error que vino de dentro
y fue aguijón.
Frente a la belleza promisoria,
imposible de no amar;
desnudo frente al desconsuelo
que, por amarla, a poquitos te mata.

Frente al aprendizaje, desnudo.
Y frente a la melodía eterna
que siempre acude a recordarte
que así eres:
ser humano que, a dentelladas,
hasta morir va creciendo.

Pero desnudo no estás frente a la nada.
El vacío no es vacío.
Sólo ocurre que el edén se evaporó,
fue hermoso espejimo de la imaginación.

Y cada hecho o decisión
puso gramos de crudeza,
tan grandes como piedras,
en la balanza que mide
el valor de los primeros sueños,
los tempranos miedos,
el beso original que la memoria retiene,
tu palabra dada y la labor que por delante queda.

Perdidos ya los juegos y la broma,
el dulce sabor y la ternura,
mar adentro, en lo profundo,
allá donde nadie más acercarse puede
y ningún paso sin tu pies de la oscuridad te aleja,
todavía quieren las semillas crecer, crecer,
ver el mundo.
luces en la mirada y tacto en la piel,
la sequedad desaparecida.

Y, en paz, dormir desnudo.