Todo hombre tiene su precio, lo
que hace falta es saber cuál es (Joseph Fuché).
Si no peleas para acabar con la
corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella (Joan Báez).
Muchos jueces son incorruptibles;
nadie puede inducirlos a hacer justicia (Bertolt Brecht).
La corrupción de lo mejor es lo
peor (David Hume).
Nadie puede corromper ni
purificar a otro; nosotros mismos somos responsables de nuestra propia
purificación (Buda).
Cuánto más corrupto es el Estado,
más leyes tiene (Tácito).
El deber de la juventud es pelear
contra la corrupción (Kurt Cobain).
La democracia sustituye el
nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección hecha merced a
una mayoría incompetente (George Bernard Shaw).
Si queréis triunfar en este
mundo, matad vuestra conciencia (Honoré-Gabriel de Riqueti).
Procure no ser un hombre con
éxito, sino un hombre con valores (Einstein).
La honradez absoluta no existe en
mayor cantidad que la salud perfecta. Hay un fondo de bestia humana en todos
nosotros, al igual que hay un fondo de enfermedad (Emile Zola).
Colgamos a los ladrones de poca
monta, pero a los grandes ladrones los elegimos para cargos públicos (Esopo).
La corrupción lleva infinitos
disfraces (Frank Herbert).
La conciencia es la única cosa
incorruptible que tenemos (Henry Fielding).
Antes iban de profetas, ahora el
éxito es su meta (Luis Eduardo Aute).
El tiempo saca a la luz todo lo
que está oculto y encubre todo lo que ahora brilla con máximo esplendor (Quinto
Horacio Flaco).
En un país bien gobernado debe
inspirar vergüenza la pobreza. En un país mal gobernado debe inspirar vergüenza
la riqueza (Confucio).
Si un partido político se
atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarnos que el partido adversario
lo haga culpable de la sequía (Charlotte Morrow).
La corrupción raras veces
comienza en el pueblo (Montesquieu).
Todas las verdades que se callan se vuelven
venenosas (Nietzsche).
No permitiré injusticias, ni
juego sucio, pero si se descubre a alguien practicando la corrupción sin que yo
reciba una comisión, lo pondremos contra la pared… ¡Y daremos la orden de
disparar! (Groucho Marx).
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